Preguntas frecuentes

¿Quieres ser entrenador personal?

La afición por el deporte, la vida sana y una adecuada nutrición son aspectos presentes en nuestra sociedad que han pasado de ser una moda que parecía pasajera, a ser algo prácticamente implantado y que han llegado para quedarse.

Muchos de nosotros disfrutamos trabajando nuestro cuerpo, viendo como nos superamos día a día con la mejora de nuestras marcas y tiempos, o con los resultados visuales a nivel físico que se producen en nuestro cuerpo y que tanto hemos ansiado conseguir.

La gran mayoría de los deportistas que realizan estas actividades lo hacen por simple entretenimiento y a modo de afición; pero ¿te imaginas poder convertir una de tus mayores aficiones en tu trabajo y en tu forma de vida? Esto es algo con lo que posiblemente muchos de nosotros hemos soñado alguna vez: trabajar en aquello que nos apasiona y nos gusta hacer.

La figura del entrenador personal ha sufrido un importante auge en los últimos años fruto de la ya comentada creciente afición por el deporte, la vida sana y la preocupación por seguir una alimentación equilibrada y saludable.

A este auge debemos añadir la necesidad de la figura del entrenador personal, bien sea a nivel individual, de forma que cualquier cliente contrate sus servicios; o como parte de la plantilla de los numerosos centros deportivos presentes en nuestras ciudades, de forma que asesore y guíe a los clientes en el alcance y materialización de los objetivos planteados.

Lejos de lo que pueda parecer, el trabajo de entrenador personal es algo que requiere tiempo, dedicación y, sobre todo, una buena formación, ya que debemos tener en cuenta que vamos a transmitir nuestros conocimientos a alguien que posiblemente sea novato en este ámbito, y cuanto más amplia sea nuestra base de conocimiento y mayor su calidad, mejor servicio podremos ofrecer.

¿Por qué ser entrenador personal?

Aquí podemos aplicar el famoso dicho de “Trabaja en algo que te guste, y nunca tendrás que trabajar”.

Si tenemos la suerte que nos gusta el Fitness, el deporte y un estilo de vida saludable, elegir la profesión de Personal Trainer puede ser la mejor opción, ya que como hemos dicha antes, trabajaremos en lo que nos gusta, con lo cual la motivación y los resultados siempre van a ser mejores.

De esta forma llevaremos el estilo de vida que deseamos en lo personal y lo profesional.

¿Dónde pueden trabajar los entrenadores personales? ¿Necesito ser autónomo?

Actualmente la profesión de entrenador personal, además de encontrarse en un momento en que su demanda va en aumento, cuenta con una serie de ventajas respecto a otras muchas profesiones a la hora de iniciar nuestra andadura laboral.

En buena parte de las profesiones existentes, es necesario que seamos contratados por una empresa y, de esta forma, trabajaremos para la misma y nos convertiremos en asalariados; mientras que otra posibilidad es convertirnos en autónomos y montar nuestro propio negocio, algo absolutamente normal en nuestra sociedad.

Sin embargo, un entrenador personal va a contar con ciertas facilidades para conseguir trabajar en este sector que cada día crece más.

¿Cómo puedo trabajar de entrenador personal?

Lo primero y principal es, obviamente, obtener el título de entrenador personal tras haber cursado el temario correspondiente y haber realizado los exámenes pertinentes en un centro habilitado para tal efecto.

Una vez hemos cumplido este primer requisito, las salidas profesionales de un entrenador personal se podrán encaminar a:

Trabajar para un centro deportivo, de forma que pasaremos a formar parte de su plantilla. Afortunadamente, contamos en la actualidad con multitud de centros deportivos y gimnasios en los que se requiere la presencia de entrenadores personales en su plantilla y, además, algunos de estos centros forman parte de grandes cadenas de gimnasios cuyo volumen de clientela es muy abundante, lo que supone la necesidad de una gran plantilla.

Esta opción nos ofrecerá las ventajas de contar con un sueldo fijo, cierta estabilidad laboral, contar con una base de clientes existente y con un equipamiento adquirido por el propio centro, la posibilidad de adquirir experiencia y, algo muy importante, trabajar junto a otros entrenadores personales de forma que aprendamos ciertas metodologías de trabajo.

Esta puede ser una muy buena opción una vez hemos obtenido nuestro título, ya que no contaremos con experiencia alguna y, de esta forma, ganaremos en confianza y experiencia laboral.

Otra opción consiste en trabajar por cuenta propia, de forma que crearemos nuestra propia cartera de clientes ofreciendo nuestros servicios de forma individualizada.

Para realizar las sesiones de entrenamiento podremos contar, a su vez, con múltiples opciones, como por ejemplo elegir un centro deportivo en el que nos permitan desempeñar nuestro trabajo a cambio de convertir a nuestro cliente en cliente de dicho centro; o desempeñar las sesiones en nuestro domicilio, en el de nuestro cliente, o al aire libre.

En el primer caso contaremos con la opción de utilizar la maquinaria y material presente en el centro, y en el segundo caso deberemos utilizar el material adquirido por nosotros mismos, algo que podrá limitar el contenido de las sesiones para determinados tipos de entrenamientos.

También puede darse el caso de que el propio centro nos solicite una cuota reducida a modo de alquiler del espacio con derecho a uso de su maquinaria y material, algo que nos puede resultar interesante ya que, de esta manera, evitaremos la adquisición de determinado material costoso y tendremos acceso a toda la maquinaria disponible en el espacio.

Estas dos suelen ser las opciones mayoritarias por las que optan buena parte de los entrenadores personales, pero debemos saber que existen muchas más, entre ellas:

Espacios comunitarios dentro de urbanizaciones y residencias

Algunos de estos espacios residenciales, especialmente los de mayor poder adquisitivo, cuentan con instalaciones deportivas exclusivas para los vecinos de las mismas, de forma que será la propia comunidad de vecinos o residentes los que contraten nuestros servicios.

Gimnasios exclusivos para mujeres

Cada vez más se observa la presencia de este tipo de centros, en los cuales toda su clientela forma parte del género femenino. Este tipo de centros supone una ventaja para todas aquellas entrenadoras personales que deseen formar parte de la plantilla de algún centro deportivo.

Centros médicos privados

Este tipo de centros resulta más enfocado a entrenadores personales con mayor especialización en el ámbito de la fisioterapia, ya que deberán trabajar, mayormente, con pacientes en rehabilitaciones.

Como podemos apreciar, las opciones disponibles en lo que a salidas laborales se refiere son extremadamente amplias y variadas, algo que otorga un elevado valor a esta profesión que cada vez tiene mayor representación y peso en nuestra sociedad.

¿Qué caracteriza un buen entrenador personal?

La profesión de Entrenador Personal es algo más que impartir unas ordenes o directrices a un cliente para que este consiga alcanzar los objetivos que se ha planteado, tanto a nivel físico como a nivel de rendimiento deportivo.

Evidentemente, la eficiencia a la hora de que el cliente consiga alcanzar estos objetivos va a ser un factor importantísimo que distinguirá a un buen entrenador personal del resto, es decir, que el cliente sea capaz de alcanzar su objetivo en el menor tiempo posible y utilizando los mínimos recursos necesarios, siempre hablando de metodologías englobadas dentro de la legalidad y que en ningún momento supongan un riesgo para la salud de la persona.

Esto es algo que, cuanto mejor haya sido la formación como entrenador personal, mayor capacidad se obtendrá para realizar, por lo que la elección de un centro especializado de calidad contrastada para cursar los estudios pertinentes habrá sido una de las principales claves para convertirse en un excelente entrenador personal.

No debemos pasar por alto que cuando surge el deseo de alcanzar o de adquirir algo lo queremos lo antes posible, y el cliente de un entrenador personal no va a ser menos. En el mundo del deporte, este «antes posible» puede tratarse de meses de intenso trabajo y sacrificio, e incluso años.

Si nuestro cliente no observa cambios durante este tiempo es probable que entre en un estado de desmotivación y termine por abandonar su proyecto y, con ello, también nuestros servicios.

Por eso es importante, además de elegir la metodología de trabajo adecuada, el establecimiento de objetivos realistas tanto a largo plazo (el fin último), como a corto plazo, de forma que en el rango de unas pocas semanas se pueda ir evaluando el progreso realizado sin tener que esperar hasta alcanzar el objetivo final.

Esta simple metodología mantendrá la motivación tanto de nuestro cliente como la de nosotros mismos observando su positiva evolución

Para ser un buen entrenador personal no debemos olvidar tampoco algo que caracteriza el sentido de esta profesión: el trato personal. Este será el motivo principal por el cual nuestro cliente habrá contactado con nosotros, ya que buscará una atención única y exclusiva para él, es decir, personalizada. Deberemos conocer en profundidad los estados físicos, anímicos, emocionales, de salud… para identificar todos los puntos fuertes y débiles de cada uno de nuestros clientes.

Este aspecto implica la involucración total en su vida (dentro de unos límites, evidentemente), de forma que podamos conocer en todo momento todos los detalles necesarios en cuanto a vida laboral y personal se refiere, para adaptar el entrenamiento a su situación en ese momento.

Una vez conocidos todos los detalles necesarios sobre el cliente en cada momento, entrarán en juego nuestras habilidades como motivadores y también como compañeros de entrenamiento, ya que un entrenador personal no debe convertirse, en ningún caso, en una figura que se dedique únicamente a dictar unas órdenes que se deban de cumplir sea cual sea la situación.

Se deberá buscar el mostrar nuestra autoridad como profesionales sin caer en el error de convertirnos en sargentos fríos que conviertan el entrenamiento en un calvario ya que, en este caso, el cliente no quedará con ganas de volver a repetir una sesión de entrenamiento con nosotros.

Deberemos saber cuando exigir, cuanto podemos exigir y, lo más importante, cuando debemos parar de exigir.

De la misma forma que nuestro lenguaje verbal resulta de gran importancia, nuestra imagen y estado de ánimo van a desempeñar su papel en el ámbito de nuestra profesión.

Deberemos intentar mostrar siempre una buena imagen de cara al cliente ya que, en numerosas ocasiones, seremos el reflejo de lo que quieren conseguir, además de ayudarnos a transmitirle confianza y garantías de que han escogido a la persona adecuada.

También tendrá especial importancia la forma en cómo transmitimos nuestros conocimientos y conceptos para que nuestro cliente alcance sus objetivos, por lo que debemos mostrar convicción total en lo que estamos diciendo, algo que hará que la persona frente a la que nos encontramos se sienta segura de que ha escogido la opción adecuada.

Por último, y no menos importante, no debemos olvidar que todos los conocimientos adquiridos sobre cada uno de nuestros clientes serán información confidencial entre ellos y nosotros, de forma que sientan la garantía de que pueden contarnos cualquier aspecto relacionado con su vida privada y que esa información no va a ser transmitida a terceras personas, entre las que se incluyen otros clientes.

Cualquier error relacionado con este aspecto puede suponer la pérdida de un cliente y una mala imagen de nuestra profesionalidad como entrenadores personales.

¿Se puede vivir del entrenamiento personal?

¡Por supuesto! Se puede trabajar y vivir muy bien siendo entrenador personal.

Como en cualquier otra profesión hay casos y casos, si contamos con la formación correcta, los conocimientos adecuados, tenemos carisma y buen marketing personal, tendremos mucho éxito profesional.

Además de esto, vivimos en un momento en que podemos aprovecharnos de las tecnologías para comunicarnos con nuestros clientes y prescribir entrenamientos y consejos de forma instantánea y desde cualquier lugar.

¿Necesito un seguro de responsabilidad civil para ser entrenador personal?

A la hora de realizar una sesión de entrenamiento con un cliente, debemos tener en cuenta que existe un riesgo de que el mismo padezca una lesión. Este es un riesgo que existe en cualquier actividad deportiva que practiquemos y, por ello, en un primer momento que situaremos en la firma del contrato entre ambas partes (entrenador personal y cliente) deberemos establecer una exención de forma que hagamos entender a nuestro cliente la existencia de dicho riesgo de lesión y que, en caso de producirse, deberá aceptar no demandarnos por los daños producidos en la misma.

En cualquier caso y como en cualquier actividad, para evitar estas situaciones descritas, resultará recomendable contar con un seguro de Responsabilidad Civil que nos cubra ante cualquier demanda por parte de un cliente.

Deberemos siempre anticiparnos a cualquier situación de este tipo, que nada tendrán que ver con nuestro buen saber hacer o calidad de nuestros servicios, ya que se trata de algo totalmente fortuito o imprevisto. La rotura de una máquina, un descuido por parte del propio cliente, o cualquier otro hecho ajeno a nosotros que irrumpa en nuestro espacio de entrenamiento son motivos que pueden derivar en un problema legal.

Debemos tener en cuenta que un Entrenador Personal es una figura profesional, y como tal, deberá actuar en consecuencia.

¿Cuál es la legislación actual del sector? ¿Qué título necesito para ser entrenador personal?

Actualmente en España, vivimos un momento en que el sector está cambiando, se está produciendo una regulación. Por una parte existen las formaciones regladas oficialmente por educación, como son el Grado de ciencias de la Actividad física y el deporte y los Grados de formación profesional medio y avanzado (TAFAD). El problema de estas formaciones es que a pesar de ser oficiales por la vía de educación, no son específicas de fitness, y la mayoría de titulados carecen de los conocimientos adecuados.

En otra parte se encuentra, a través del ministerio de trabajo el Certificado Oficial de Profesionalidad de “Acondicionamiento Físico en Sala de Entrenamiento Polivalente” que es el único título oficial para ser entrenador personal.

En una tercera y última parte nos encontramos con las formaciones de escuelas privadas. Muchas veces con los mejores programas formativos y profesorado del sector del Fitness. Pero aquí hay que tener cuidado ya que muchas de estas escuelas no tienen un programa formativo adecuado ya que ni siquiera son especialistas en la materia, sino que sólo realizan “cursillos” que capacitan inadecuadamente a los alumnos.

En cuanto a la legislación, se están creando leyes a nivel autonómico que intentan regular el deporte en general y sus titulaciones, por ahora tienen Cataluña, Madrid, Andalucía y Extremadura. Estas leyes a nivel autonómico son de difícil aplicación puesto que no son claras con la regulación de titulaciones y poseen partes inconstitucionales (Puedes trabajar como entrenador personal en una provincia pero en la de al lado no).

Se espera que en los próximos años todo esto derive en una ley de carácter estatal, que derogue a todas estas leyes autonómicas y sea igual para todo el territorio nacional.

Cuando se regule completamente el sector, podrán trabajar de manera legal los titulados por las tres vías, pero cuidado, es importante que nuestra formación en una escuela privada tenga no solo el prestigio si no un programa y horas determinado, para poder superar satisfactoriamente una acreditación de competencias.

¿Dónde puedo formarme como entrenador personal?

Como hemos comentado en el punto anterior, existen tres vías.

Si optamos por la vía educativa sería recomendable especializar nuestra formación en el fitness en alguna escuela de calidad o con un Certificado de Profesionalidad.

Si optamos por el certificado de profesionalidad tendríamos resuelto tanto el tema de la oficialidad como el de conocimientos.

Y por último, si optamos por un título privado, debemos asegurarnos bien:

  • Debemos elegir una escuela a ser posible oficial (existen cientos de “escuelas” que no son más que páginas web)
  • Debemos elegir una escuela especialista en formación deportiva (hay lugares donde te puedes formar como entrenador personal o como contable)
  • El programa formativo debe ser el adecuado
  • El número de horas de nuestra titulación debe tener unos mínimos lógicos (existen en internet cursos de fin de semana)
  • El profesorado debe ser bueno y poderse consultar
  • El título que obtengamos debe tener además de lo mencionado anteriormente cierto prestigio en el sector (trayectoria y profesionales formados por la escuela.
  • Es muy recomendable que en la escuela, nos mantengan asesorados y actualizados después de nuestra formación. El mundo del fitness está en constante evolución y es muy fácil quedarnos anticuados. En muchos lugares después de darnos un diploma pueden desentenderse de nosotros.

Si en la búsqueda de la formación aplicamos estos criterios daremos con una formación de Calidad.

Si aun así necesitáis saber directamente un lugar para formaros con calidad y seguridad, os dejamos el enlace a la web de una escuela que cumple con lo dicho anteriormente y tiene sus programas de formación reconocidos por FEEPYF.

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